nos abocan y escupimos volvoretas a la boca del volcán
reventamos con palabras las baladas de los viejos fariseos
e inundamos de matices pizpiretos templos de piedra y cristal
sabe dios que no sabemos lo que hacemos
que revoloteamos ciegos cual libélulas
torpes alrededor de luces
y obviamos el alimento evidente...
lentos mosquitos chupasangres
exhibiendo con esa sangre la palabra muerte
alentamos nuestras glorias, nuestro anhelo
predicamos sinfonías con sonajeros
nos miramos desde lejos
nos tocamos con los ojos sin quererlo
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