Como si nos hubiésemos quedado helados ambos con la entrada número 123. Ahí termina todo. O eso parece.
No hay ánimo ninguno para seguir con este blog que es un muerto desde hace meses, sin llegar a ser un lastre pues al estar en la nube de internet no pesa y es más etéreo que el pedo de una santa.
Por esta y otras razones que sólo conciernen a Boabdil y al que escribe, hemos decidido que sólo escribiremos cuatro, como mucho cinco, entradas más en las que trataremos de explicar algunos asuntos que no han quedado claros o, mejor dicho, no nos han quedado claros a nosotros dos.
No alargaremos mucho la tortura, no va con nosotros.
Salud.
Interesante y efímero blog.
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