viernes, 6 de diciembre de 2013

Yo no quería discutir

Yo no quería discutir. Ella sí. Por eso me apretaba tuercas que aún desconocía que bailasen arrítmicas, tuercas que aleteaban con premura dispuestas a salir a volar, tuercas y no tornillos. Yo no quería discutir, insisto, sin embargo parecía que era su único propósito.
Me costó entender que solo lo hiciera porque creía que antes de irse a la cama conmigo debíamos discutir ciento trece veces.