Boabdil

Me gusta el polvo del desierto violándome los ojos, pasear por las noches por las estrechas calles de birbam, pararme en una esquina a mirar a la luna chorreando sudor sobre los tejados, encontrarme en lugares insospechados a mis amigos, los bares con palillos y servilletas en el suelo... Me intrigan las espaldas y las corvas femeninas, me dejo acariciar desde lo lejos, con soplos violentos en el cogote. Me pirro por los puntos suspensivos.

Lo que quiero son veranos de franela entre los pechos de alguna, quiero atardeceres ausentes de poliuretano, quiero porra antequerana y boquerones fritos cada día, mezclar la samba y la música celta, despertar sin darme cuenta, y dormirme como quien apaga un televisor.